Con la adquisición de una parte de la empresa «Keramische Bauelemente», de Hermsdorf (Turingia), Thermik gana un nuevo emplazamiento en los nuevos Estados federados, así como nuevas fortalezas y conocimientos en el campo de los semiconductores y sensores. Gracias a ello, Thermik logra una ventaja en términos tecnológicos y sinérgicos y pasa a disponer de una tecnología que ningún otro competidor tiene hasta el momento. Sin embargo, los propietarios de Thermik hacen la inversión confiando en la antigua autoridad fiduciaria de la RDA de Berlín... El precio abonado, del orden de varios millones, se vuelve una carga muy pesada, ya que pronto resulta que la empresa adquirida es fraudulenta y que había falseado la diligencia debida. Una de las condiciones de la autoridad fiduciaria era que se mantuviera la plantilla existente, pero los empleados de la empresa adquirida tenían, en parte, antecedentes políticos o eran miembros activos de los denominados Grupos de Combate de la Clase Obrera, como demostró una investigación llevada a cabo años más tarde. Algunos de ellos eran antes de la Reunificación incluso subordinados directos de Willi Stoph, Primer Ministro de la RDA. Años más tarde se supo también que Siemens, entre otros, había rechazado previamente la adquisición de esta empresa por 1 marco alemán. En el momento de la adquisición, la autoridad fiduciaria hizo creer a Thermik que se había anticipado a Siemens.
Así que Thermik adquiere una empresa sin base alguna por una enorme suma y con responsabilidad ilimitada. En este momento existen dos opciones: rescindir el contrato de compra con la autoridad fiduciaria por negligencia grave y asumir un proceso de años para el cual los recursos no serían suficientes, o bien tomar conciencia de la situación y hacer avanzar la tecnología con rapidez y desarrollar un nuevo mercado que permitiese manejar las pérdidas de la fraudulenta Keramische Bauelemente. Al mismo tiempo, esto se traduciría en un enorme aumento de las ganancias de la empresa matriz para obtener los fondos de compensación correspondientes y no tener que recurrir a financiación externa adicional.
A algunos les empiezan a entrar sudores fríos. En el mismo año, Hofsaess compra las participaciones de sus socios y se convierte en el único titular de la empresa. La escasez de capital resultante le obliga a buscar nuevas inversiones de capital y los contratos para ello ya están listos. Sin embargo, es el destino quien toma la decisión.